jueves, 16 de julio de 2009

Nueva crítica sobre Shark

un gran trabajo... ya desde la portada del disco se adivina un buen gusto por lo que contiene. Señores, este quinteto sabe lo que es la música con groove. La culpa sería a repartir. Primer culpable: El compositor. Segundo culpable, Rabinad, ese baterista no te deja en paz, desde el primer tema parece empeñado en marcar un ritmo que no te deja desconectar. La otra parte responsable de la originalidad del disco se llama Jazz. A veces los proyectos de funky se quedan en eso. En este proyecto, aunque se trate de un quinteto sin instrumentos armónicos, la presencia de tres grandes músicos de la escena jazzistica resuelve la cuestión. El contrabajo de Pere Loewe, es compañero ideal para que la sección rítmica sea tan vital y al mismo tiempo al tratarse de un instrumento acústico, tan rica en matices. Escucha esa entrada en Bedtime, mandando en los vientos. Y atención a los dos saxos, Marti Serra es ahora mismo uno de mis tenores favoritos, no solo por su potencia sino y sobre todo por la calidez de su sonido, y el joven Guim García Balasch, que tanto en trío de vientos como en sus solos tiene un sonido potente y un brillo a tener en cuenta. Respecto a Tom Johnson, no andamos precisamente sobrados de trombonistas, y mucho menos que puedan tener unos conceptos musicales tan abiertos para poder fundir lenguajes que nunca debieron separarse, otro disco más en la línea de volver a sonar en las pistas, ritmo y sentimiento, ¿de eso se trataba, no?.

Candido Querol B!Ritmos 2/6/09

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